Hay silencios y distancias
que los años vuelven continentes, donde
sus habitantes se pierden en caminos
de desmemoria voluntaria.
Pero a veces, cerrando los ojos
y en sueño profundo,
se cruzan mares y universos .
Y recuerdan el país que habitaron
rodeado de olas , estrellas y canciones.
Y se hablan.
En un idioma que no conoce tiempo,
culpables ni distancia.
Y se miran...
deseando que no llegue la mañana,
volver a ser silencios recorridos
Y desmemoria voluntaria.


