¿Como te atreviste a desatar los nudos ?

Perdí tu pecho, tu ritual, tu voz
perdiste mi confusa realidad.
Y así nos fuimos de nosotros dos
saltando el umbral de la eternidad.

Perdí el madero, el fuego, el pedernal
perdí la soga, el clavo, el eslabón
perdí la cuenta de los días
y perdí la noción de tu corazón.

Esta tierra de mis verdores
esta tierra mía, yo quise limpiarla
regalar la noticia de su primavera
por si quisieras sembrar tu alma
soñar una estrella contigo
y poner mi vientre para acunarla.
¡Cuánto surco abierto en ella!
¿y no hay semilla para sembrarla?
Cuanto destierro en tu boca
para mis manos con esperanza,
una mirada de ignorancia
olvida quien es la que habla,
si la que escogió este regalo
nunca olvidó a quien se lo daba...
Los pajaros de alas negras
se posan en mis quebradas
riendo de mi tristeza
gozandome desolada...
Pero yo no olvido mi tierra
mi primavera y mi esperanza
y del destierro te canto
que no podrán apartarla.

Si algunas veces
advierte que lo miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
usted puede contar conmigo.

Si otras veces me encuentra
huraña sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo saber que usted existe,
una se siente viva;
y cuando digo esto
no ya para que acuda
presuroso en mi auxilio,
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede contar conmigo.