Tú, que estás viajando solo....

Ya vamos en la segunda semana de clases del año. De a poco voy probando las fórmulas que me permitirán abordar de mejor forma las clases, sin tanta ansiedad.  Mi cuerpo de a poco ya va encontrando su ritmo también, después de 3 meses sin danza. Dí jugo nivel Dios, en mi clase intensiva en Stgo,  pero ni ahí también, pk ya no me atormentó con demostrar nada. Sólo que el resfriado me tenía ahogadísima y estuve a punto de desmayarme jajajaja. Qué pastel! De todas formas, estoy muy entusiasmada con poder viajar todos los meses a tomar clases con mi amiga.

Esta es una de las semanas bravas del año. Es el aniversario de mi papá y esta fecha me debilita. Pero ya pasó y me ha servido para seguir autoexplorándome y buceando dentro de mí y poder encontrar esa nueva pasión que necesito. O quizás otro enfoque. Ayer vi aquí en Viña ( sí, me vine flash a ver a mi Jojo pk soñó que venía a verla) vi gente mayor que se juntaba en un mirador a bailar porque sí! Bailaban como una música de corte, muy ceremonial, pero lo encontré fabuloso. Algo en ellos ibdudablemente me dio una buena pista para lo que deseo este año: una danza con propósito. Creo que las clases que tengo en Stgo mañana serán muy esclarecedoras también. Me siento muy feliz de poder tomar clases con mi amiga y guía. Así que sólo me falta que este mardito resfriado salga de mi nariz!!!! Dicen que lo que la razón no llora el cuerpo sí. De seguro, me faltó una desahogada por ahí. Como sea, sé que ando media pensativa y no tan alegre pero saldré mucho más renovada y contenta de mí. Y eso es lo que me importa.

Día de lluvia y viento. Mis caballitos durmieron pegaditos a mi ventana. El tiempo puede estar horrible pero genera esos momentos tan ricos: de estufa prendida, mantitas, acurrucamiento, música suavecita, chocolate con canela, tarde de películas. A disfrutarlo a concho!!!

Mi preciosa!!! Mía mía mía , que comparto con el mundo. Ya poco a poco, es ella Ella. Y la veo desplegar sus alas. Estiraré este año para que sea muuuyyyy largo.
Felicidad eterna para tí, Ayouni.