Ultimos días bien agitados, pero con una sensación de liberación increíble. El martes viaje a Pto y Dalcahue para coordinar mis clases y para hacer clases. Bajé de un bus y me subí a otro!. Comenzamos el miercoles por la noche, cuando por fin supimos el dictamen del jucio. Ilegalidad por todos lados y orden de pagos a todo evento y lo mejor, basta de persecuciones u otros actos de la misma índole. El jueves, mientras me reponía de la desvelada hasta las 3 am, conversando los alcances del caso, me tocó salir corriendo a buscar a los mellizos e hija de mi amiga,pk tenía a su suegra grave. Así que estuvimos toda la tarde de niñeros, bien entretenidos cuidando a 5 niños, entre llamadas de telefono, pendiente de mi mami y su cólico renal, gente que venía a vernos, amigos, etc. El viernes Santo, fue un poco mas relajado y nos quedamos en casa todo el día, para el sábado, hacer tareas, trámites, compras y prepararnos para juntarnos con nuestros amigos a comentar la semana. Taarde terminó la junta y a las 8:30 ya estabamos en pie y rumbo a la capital del reino, para ir a operar a nuestros gatas y perras, así que nos liberamos recién a las 1600 de la tarde. Unas tortas para llevar en Dalca, once en la casa de la vivi y caer como piedra a la cama. Y hoy, mi casa es Clinica Vet, cuidando a mis gatitas y mis perritas, y a uno de mis nietitos que volvió por 3 días mientras sus dueños van de viaje. Y me come las manos, mete las suyas al teclado y con mucha paciencia me deja escribir. Capítulo aparte, ha sido esta especie de katarsis y análisis de todo el proceso, al cual todavía le quedan etapas, pero como decíamos, se siente genial que por fin un tribunal te diga con toda sus letras, que no estas loco, que no eres un mal profesional, que realmente sufriste acoso y es un delito, y mil cosas, que nosotros, claro que sabíamos, pero es distinto probarlo. Aunque ellos consigan con ciomas y toda la clase de mugres a las que estan acostumbrados a dar vuelta las cosas, yo me siento feliz y ese gusto, no me lo quitarán.
Gracias por el lindo amanecer! mi auto se sentía como una cuna calientita y con la música suave y arrulladora de Ismael.
La vida a veces te invita a una ronda, te guiña los ojos, concede una tregua. Quizá sólo dure un segundo este sueño, pero, sin duda, habrá merecido la pena.