Esta semana será un poquito movida, pero estoy atenta a sacar el pie del acelerador, para no revolucionarme de gusto y ponerme frénetica con tanta cosa. Sobre todo, estoy feliz de terminar con la dirección del Comité y poder dedicar mi tiempo com más libertad a mis clases y otras cosillas que tengo en mente. Pero esta mañana, aprovecho mis ratos libres, para recordar un sueño: él llegaba a un lugar, y en lugar de esconderme como un raton asustado,como lo hago cada vez que lo veo, decidí regalarle la mejor de mis sonrisas, sin importar si me sonreía, y sorpresa! me sonreía e incluso, se sentaba a conversar a mi lado, de los turnos, de un lugar que había conocido, como si lo hicieramos todos los días. Esa sensación fue tan bella, tan calientita para el corazón! y espero que se mantenga en mi semana, como un fueguito de buena vibra.