En un sillón café muy largo
sobre la punta del mar y la arena,
sumergida en tus brazos dormidos,
teñida por la paz de los sueños.
Nunca hay reproches ni preguntas
cuando te sueño,
tampoco hay tiempo ni silencios...
sólo la extraña certeza
de no estar dormida
y sentir nuestros abrazos latiendo...
cuando te sueño,
cuando te sueño,
cuando te sueño,
sueño.
(S.M)