Mias las penas, míos los dolores, míos todo lo malo y bueno que pasa por aquí.
Mío cada paso, cada risa, cada beso, cada instante de mi vida, mío como la esencia de vivir.
Mías mis mañanas, mis desvelos, mis lágrimas y mis versos.
Míos son los míos. Y que nada los perturbe.
Míos.
Porque todo lo que tengo y vivo es mio.
Porque no hay ausencia ni presencia
Y nadie lo ofende impunenmente.