Un regalo que me ha dejado hacer lo que me gusta hacer, es que he puedo ser feliz sin intermediarios. No es que no me alegre la felicidad ajena, sólo que ya no dependo de otros para serlo. Comparto el brillo en los ojos de otros, y la emoción en la voz, y las palmas de quien aplaude. Pero mi felicidad es simple y concreta: comienza con un pequeño paso y nunca sé dónde termina ni me lleva! pero es mía, desde su gestación a término, y lo que hago es compartirla, lo cual es muy diferente de ser feliz pk otros son felices. Ambas son necesarias, pero no se da la plenitud si alguna falta.
Así que cuando me preguntas amor, si soy feliz contigo, te respondo: Soy muy feliz y contigo, también.... ^.^