Aquí, escribiendo por primera vez, desde mi nuevo notebook. Jijijijijiji, estoy disfrutando la nueva pantalla, los nuevos chiches y el teclado ergo.
Qué puedo contar? mi cumpleaños estuvo muy lindo, recibí mucho cariño, muchos saludos y mi familia me hizo sentir muy especial. Sólo extrañé los abrazos de mis amigos, y el compartir carnitas con mi clan de amigos paisas, junto al fuego y una buena cerveza, el abrazo de mi mami,  pero vendrán tiempos para ello y seguro que lo disfrutaremos y valoraremos más. Y claro, recibí este hermoso regalo, que de a poco , estoy aprendiendo y alimentando de música, archivos y fotos.

Eso sí, mayo no pasó así no más. Esta semana partió nuestro vecino en los chonos, don panchito, un viejito muy amable y divertido, que nos adoptó en su cerro, y nos visitó desde el primer día que llegamos como dueños ahí. No fue el bicho el que se lo llevó, sino un Ca de hígado, que hace rato tenía y que ya le había dado un extensión de plazo, al tenerlo 20 días en un hospital a punto de irse para el otro lado. Pero aguantó y no fue ahí. Como yo le decía, don Sata seguro encontraba que afanaba más aquí en la tierra, jajaja,  Se reía conmigo. Y su señora, muy amorosa y tan compañeros los dos. Eso me apreta el corazón. Pensar en cómo se arma una vida, después que tu compañero de 24/7 se va para siempre. Ojalá pronto esto se calme, para poder ir a verla y matear juntas su pena. Por mi vecino, me quedo feliz de haberlo visto, unas semanas atrás, caminando detrás de sus animales, arriba de la pampa, con el sol de espaldas, como en sus mejores días. Ese recuerdo me dice que se quedará acompañándonos mucho rato y no dejará de cuidar nuestra casita de seguro, junto a todo su cerro y sus animalitos. Gracias Don Panchito por su amistad.