A veces, no te das cuenta de lo cansado que va tu corazón, de cuánto te has hecho l@ valiente y l@ importante, hasta que te vuelves vulnerable y sollocient@, llen@ de dolorcillos y quejas, quizás no muy importantes pero que duelen igual. Pero aparecen manos, voces, palabras, imágenes que no te esperas, te recojen, te acunan, te rearman, lloran, putean y ríen contigo, y te encaminan a seguir. Y así vamos, un@s con otr@s, al final tod@s junt@s en el instante eterno. Gracias infinitas por su aporte tan anónimo y vital. Gracias por estar 🙏