Nada muy nuevo qué contar. Encierro, avances constructivos en casa, algunos escapes a la playa (años que no me metía al mar) sustos ayer (un incendio cerca de casa) y  mis clases de Idiom que comienzan el A2 hoy y otro que estoy siguiendo en Mindfulness con una U española. 

Pero te soñé y no podía hablarte, no podía verte, yo solo quería saber cómo estabas. De hecho, te veía haciendo votos, como ensayando una ceremonia, y quería estar ahí. Y me desperté con esa frustración de mierda y el hombro contracturado. De seguro, son todos mensajes subliminales de mi inconsciente de porqué estamos dando, donde nadie nos está pidiendo. Debo tener registros de penas dentro de mi archivo sentimental de eso: la pena de sentir que no te están pidiendo nada porque no interesas.Quizás se trata de cortar de una vez con estas palabras que no llegan a ninguna parte. Asumir que no se es ni he sido, amiga imaginaria de nadie. Que lo escrito aquí, me importa al mí y al rábano. Que soy un animal COMUNICATIVO pero que tira botellas al mar. Que el día que me sacó de su vida, realmente lo hizo. Y quizás mi inconsciente recién se viene enterando. Asumir lo que es: Nada.