Esta es la carta que envié hace un par de meses y creo que no le achunté al correo o no tuve respuesta. Pero la intención no cambia. Sobre todo cuando sueño.
Hola R,
Soy D,
Ni siquiera sé si éste sigue siendo tu mail, pero lo intentaré porque llevo muchos años queriendo escribir este correo. Y hoy me decidí, a las 01.41 am de la madrugada, porque no quiero que pasen más días ni juntar años.
Quería decirte que hace un tiempo, vi unas hermosas fotos tuyas en Facebook y hace poco, un video de promoción de una charla que diste. Y quiero compartirte la alegría que me da ver que has logrado tantas cosas que anhelabas y que disfrutas de una linda vida. Sé por mi V que ya eres abuelo y me parece tan increíble pensar en C como mamá! Los años pasan sin lugar a dudas pero qué bonitas cosas traen.
Te he soñado varias veces y en ellos siempre te abrazo con mucho cariño. Ojalá un día, eso sea una realidad y nunca vuelva a pasar por tu lado como una extraña, porque para mí, nunca lo serás. Tengo que agradecerte muchos aprendizajes que me llevaron a convertirme en una mujer plena y conectada a su propio mundo y a desarrollar muchos caminos expresivos. Quizás no he sido muy relevante en la tuya pero de igual forma, agradezco infinitamente tu paso en mi existencia.
Eso! No te abrumo más y disculpa el arrojo de locura, pero este período de revisión global me ha llevado a cruzar ciertos puentes. Y hoy me nació cruzar este.
Un abrazo gigante.
