Seguimos en el limbo. No sabría decir si más adentro o por salir. Pongo mi voluntad en conectarme a lo que me hace bien y me nutre. Pero también se parece mucho a agarrarse de una tabla en el mar. Y si me suelto que pasaría? A donde me arrastrarian las corrientes? Llegaría a alguna orilla o me hundiría?
Cuando una persona muestra un lado de si que no pensarías que existe y ese lado es feo, ¿qué se hace? Algo se muere dentro de uno. Empiezas a llevar un luto de algo que no volverá más. Para bien o para mal, quizás estoy ahí.
Cuando cada vez que alguien que dijo que me amaba , me dejó de amar, lo que más me sorprendía era como ese "nuevo ser" se parecía tanto a lo que yo amaba pero ya no era. Había sido suplantado. Así lo veían mis ojos. Un impostor llegaba a adueñarse de ese cuerpo amado. Y esa sensación de duelo de perder algo que no volvería se instalaba pesadamente en mi.
Bueno, así pasa con las personas también. No siempre son iguales. De pronto, las desconoces. Toman decisiones y actos con esa veta desconocida. Aunque pueden arrepentirse de ello, algo hace crack en millones de pedacitos por el espacio. Y quedamos en ese limbo espacial de polvito, sin saber si volvemos a la nave madre o nos perdemos para siempre en la inmensidad.