Fue preciso algo siempre y no fue porque tú
tenías lazos blancos en la piel
tú, tenías precio puesto desde ayer
tú, valías cuatro cuños de la ley
tú sentada sobre el miedo
sentada sobre el miedo
de correr.
tenías lazos blancos en la piel
tú, tenías precio puesto desde ayer
tú, valías cuatro cuños de la ley
tú sentada sobre el miedo
sentada sobre el miedo
de correr.
(S.Rodriguez)