Negrita, para tí con cariño, si es que te sirve...

Si en la primera pena....Si en el primer dolor....Si en la primera alegría....me hubiese quedado quieto en ese lugar, ¿no habría dejado de respirar? ¿no habría dejado de moverme?¿no habría muerto ese día?
¿Quién ha vivido todo lo demás que vino? ¿Cómo es entonces posible que me siente a recordar esto o aquello?¿No he sido yo quien lo ha vivido, acaso? El recuerdo es el registro de lo que viví, en ese momento, con todo lo que sabía. Nada más. No son personas, no son sentimientos...no tienen vida propia. Si mi mente elige no evocarlos...¿quién lo hará? ¿El corazón? El corazón solo da y recibe. Si la persona o la situación en que dimos y recibimos, ya no esta, es la mente la que se queda entrampada. No es el amor quien se lamenta, es el egoísmo.
Si mi ser ha vivido formando un pasado y aun me quedó atrás encarcelado con los recuerdos, ¿no es acaso como si me quedara a vivir en un cementerio? ¿Abrazarías un esqueleto? ¿Crees que toda tu capacidad de amar , todos tus sentimientos se quedaron ahí? Entonces, ¿cómo es que respiras y sigues viviendo? Todo lo tuyo es y será, eternamente tuyo. Nadie puede discutirnos cuánto quisimos, cuántos amamos o cuánto odiamos, pero que nuestra mente no le ponga flores a los que no están. Son los vivos los que sienten el olor, la frescura, la suavidad de los pétalos.

Cuando te amarres a un recuerdo, ve más al fondo...¿de que te cubres con él realmente? ¿Porque te quedas hablandole a un esqueleto? ¿No será porque ya te sabes de memoria ese camino? No engañes a tu corazón con el camino del dolor, sólo porque ya sabes a donde te lleva. Todo lo que has visto, puede ser nuevo, si dejas buscar esqueletos en los vivos.

Vivir implica sorpresa, estar amando lo imprevisto, lo cotidiano, porque es ahí donde realmente construyes con errores y aciertos, creas, pero tomando conciencia. Que las flores sean para quienes pueden disfrutar de su olor....