A veces me siento como dentro de una botella, sin sentir con seguridad si tomé las desiciones correctas. Picada con el destino quizás, pk más encima, nadie me puso una pistola en la cabeza. Y enojada conmigo misma, por desear tanto la versión más elevada de las personas, y no ver la que realmente son. Y el día a día, se hace con la realidad, no con las versiones. Y hay que tener mucho descaro como el mío, para creer que soy tan maravillosa como para que realmente pueda yo ponerme en la posición de juzgar tan despectivamente. Pero no es eso. Sólo que me pregunto si aguantaré, si conservaré la calma, si viviré mis días como los quiero, si el corazón se me saldrá de los ojos de nuevo....es eso.
Necesito un abrazo sin sentir la culpa, de sólo necesitarlo y no querer darlo.
