Deberíamos venir con un botón detrás de las orejas o en la nuca, para poder apagarnos y quedar stand by como las teles o las radios. Así, podría dejar de soñar tanta tontera y no me perseguiría. No me daría pena la mala onda que evito en el día, de tanta gente que anda como ofendida por la vida, o con ganas de ofender al más débil. Necesito descansar profundo...