Espere toda la semana para escribir de donde escribo, con la vista del canal de Dalcahue, una taza de mokacino, un kuken de frutos rojos, y todo el salón para mí. Ahhhhhhhhh qué delicia!!! después de tanta niebla en mi ciudad, hoy con mis niñitas disfrute del sol en la plaza, de un paseo por la tarde, de clase de danza en la plaza. Y en este ratito, mi corazón rebosa de paz y tranquilidad. Y no porque no tenga cosas por hacer ( con suerte me quedan fines de semana) pero ahora, en este preciso instante, eterno y fecundo, he parado el mundo un ratito y sentarme aquí. Y lo comparto, contigo.