Después de ir a dejar a la brujita al cole, me sentí en el auto, con unas inmensas ganas de seguir manejando. Estaba muy agradable la mañana indecisa, todavía sin saber si el viento soplaría, saldría el sol, o se largaría el aguacero. Así que había de las 3 opciones, pero despacito. Escuchaba Moby, pero si bien la letra de la canción no tenía nada que ver con lo que sentía, si el ritmo es muy pegadito, y relajante. Ir, manejar, seguir, sin razón, o con la razón profunda de querer hacerlo. Pensé en lo agradecida que me siento, de haber podido conectar esa razón de hacer las cosas porque sí. Porque antes, antes de antes, tenía una estructura muy cuadrada por decirlo así, de que las cosas tenían siempre una razón de peso, para hacerse, siempre con un fin determinado: esto se compra por esto, esto se hace por esto, se dice esto por esto, y comienzas a volverte prisionera de tus razones. Entonces, sientes en el corazón, ese deseo loquillo de hacer cosas, a las que llamas "locuras sin razón", pero aprendí que sí tienen una razón, profunda y poderosa, sana y buena: PORQUE Sí.Así no más, de clara, de desnuda y concreta.
Si bien, no me fui de paseo, pk tengo varias cosas pendientes por hacer hoy, fue bueno recordar que puedo bajarme en cualquier ratito del tren de las razones y subirme al avión del porque sí. Como tb planeo hacerlo en dos semanas más, donde siguiendo el anhelo de mi pasión, me voy con la angela de paseo. Porque sí, sí, sí.... razón, pasión,magia, sortilegio...la misma cosa.