Sehhh ...nada oxigena mejor que bailar y viajar, ojalá fuera así de fácil jajaja pero si se puede, hágalo. Disfruté mucho la clase extra que le hice a algunas de mis alumnas. Mi cuerpo y mi alma necesitaban esa rigurosidad, esa meditación en movimiento desde la técnica, cuando la cabeza sólo tiene espacio para respirar, dar órdenes y tiempos a tus músculos y tocar dum tak al infinito. Coreografiar los ejercicios también fue un agrado, frente al mar, con una jarra de batido verde y mis audífonos. Qué weno que los garzones ya esten acostumbrados a verme tocando la mesa con las manos o dibujando figuras en el aire jajajaja si yo me viera, me causaría mucha gracia esa cabecita con música.
Y hoy ya estoy arriba de un bus rumbo a donde nuestra amiga Dany y su campo, donde me tendré que subir al techo para pillar señal jajajaja ya le dijimos que escoja su gallina para el almuerzo y nos tenga kucken. Río, campo, ovejitas, calor, regaloneo de los tíos, ya me estoy derritiendo de ganas por llegar y compartir estos dias con mis amigas del alma. De estas que si pasan 10 años, sólo es "ayer".