De vez en cuando puedo verle en sueños. Y encontrarme con sus ojos y ser cariñosos y cómplices uno con el otro. En sueños, tengo por unos segundos un pedacito que me falta. A veces se me olvida, me acostumbro tanto que creo que siempre fue así, hasta que en sueños, veo su mirada y ahí siento que el pedacito calza y mi corazón queda completo. Hay amores que no son del cuerpo, son tan extraños de explicar!
Me carga esta cuarentena sin viajar. Porque sentía que al movernos, siempre podía estar la posibilidad de verle, aunque fuera en un cruce de carretera, y que me sorprendiera de la nada. Pero así? No hay ningún camino, no sé nada de nada y tampoco veo como cruzar estas fronteras tan invisibles y tan enormes. Es más factible que Trump derribe el muro a que me llegue un "hola, cómo estas"... Pero en sueños.... Nada se interpone, el ego se desaparece, se me acerca, me habla y mi corazón vuelve estar completo, aunque sea unos segundos.
