Desde el lunes he dormido muy poco cuidando a mi caballo, desesperada porque solo veía que su cuadro empeoraba y con los peores pronósticos. Pero al fin y por ayuda del bendito universo, encontré a un especialista que justo tenía ronda para venir esta semana. Y empezamos el lunes por chat y hoy ya vino a verlo en vivo y ponerle todos sus remedios. Por fin podré dormir sin despertar cada hora a ver mi brujito. Si bien la neumonía es de cuidado, es joven y fuerte, y se ha portado muy bien con sus remedios. Y con su enfermera, que no lo deja nunca y le da muchos cariños.