Encontrar una ruta vacía en pleno verano es tan difícil! Pero ayer salimos por la ruta costera hacia el Desagüadero y se me llenaba el corazón de esa energía de ver la isla de la forma que me gusta. Casitas y cercos de colores, ropa secándose en los cercos, flores y frutos por todos lados. Culminamos comiendo torta felices en el cafécito del pueblo.