---> "Sinceridad, es el nombre que encontré para tí". Escuché esa canción hoy y me gusta tanto....esta como en el inconciente, junto a mis recuerdos de niñez.....Hermosa la sonrisa con la que me quedé hoy, regalo de un niño. A veces, uno quisiera poder compar un regalo bonito, algo especial, pero no tiene los recursos o la forma y no tiene otra cosa para dar que no sea uno mismo, sabiendo lo importante que eso es y lo poco al mismo tiempo. Hay tanto gozo y miedo palpitante en eso!.... Porque uno esta sin papeles ni cintas que te envuelven, para hacerte más bonito. Es demasiado directo, es uno en esencia el que se pone en manos de otro. Y puede tocar que te reciban con las manos abiertas o que no...
Encontré entre mis cosas este hermoso cuento del loco lindo de Gibrán. Cuánto me gusta quedarme en sus jardines...Y no es que pueda evadirme, aunque a veces lo quisiera. Sólo que aprendo a quedarme aquí. Con todo. Con lo poco que sé y con todo lo que ignoro.
La Búsqueda.
Hace mil años dos filósofos se encontraron en la cuesta del Líbano y uno le dijo al otro:-¿Hacia dónde te diriges?
-Busco la fuente de la juventud -respondió el otro- que se halla entre estas colinas. He. encontrado escritos donde cuenta sobre la fuente floreciendo en dirección al sol. Y tú ¿qué buscas?
-Busco el misterio de la muerte -contestó el primero.
Entonces cada uno pensó que el otro estaba falto de grandes conocimientos y comenzaron a discutir y a acusarse de ceguera espiritual.
Mientras los filósofos discutían al viento, pasó por allí un extranjero considerado tonto en su propia ciudad. Cuando oyó a los hombres en ardiente disputa se detuvo por un momento y escuchó sus argumentos.
Luego acercándose les dijo:
-Mis buenos amigos, realmente ambos pertenecen a la misma escuela filosófica y hablan sobre lo mismo, sólo que usan palabras diferentes. Uno de ustedes busca la fuente de la juventud, y el otro el misterio de la muerte. Son una misma cosa y como una habitan ambas en ustedes -y se apartó diciendo:
-Hasta siempre, sabios.
Y alejándose se reía con complaciente risa.
Los dos filósofos se miraron en silencio por un momento y luego también ellos rieron. Y uno de los dos dijo:
-Y bien, ¿por qué no caminamos y buscamos juntos?
Que hermosa narración, que lindo era el Líbano. A mi me pasa algo muy extraño con los relatos del oriente, se parece mucho a lo que me ocurría cuando era niño y escuchaba hablar de esta Isla, que con ruido o con silencio, gracias a Dios, sigue en Bienaventurada paz. Gracias por traer este escrito. Saludos.