Este resfriado no me suelta aún. No me ha molido como otros años, pero me molesta un poquito la garganta, como que se me seca. Mayor razón entonces para tomarme la chicha y empezar a hacer mis mermeladas, con las moras y manzanas que me traje del campo.

Ayer, fuímos a almorzar con la Vivi, donde la sra Alicia en Chacao. Le gustó mucho a mi mamá su local. Lo más lindo de todo, es que sin querer, la sra alicia contó que ella tambien es reikista. Por eso que su local tiene tan buena vibra... Me gusta estar ahí, desde que entré. Después, nos fuimos al campo y estuvimos ordenando, cosechando, y comiendo "lemon pie" como le dice la sra alicia, con un vinito muy helado que encontramos en el refri. De ahí, ya en casa, nos dedicamos a arreglar nuestras flores y plantitas. La planta del jade que trajó la mamá de Mario ha dado muchas hojitas hermosas, verdes y brillantes. En general, aquí las flores se dan muy bonitas y duran harto dentro de la casa...

Mi papá me llamó en la mañana y me dijo que no había podido hacerse la quimio porque estaba con muchas nauseas. Así que me decidí, y le estoy enviando energía a los dos. A la gaby y a mi papá. Pero creo que en la noche, trataré de enviar a cada uno por separado, para que duermen bien y empiecen por descansar. Porque cuando un cuerpo descansa, se sana más rapido. Y descansar no es estar todo el día acostado. Descansar en sobre todo, no estar sufriendo. A todo esto, mientras estaba en la misa ayer, me concentré en algunas partes de la misa, porque en otras, realmente me sentía como media deprimida, por el tono en que la gente va a misa, todas tristes, tan serios, no sé...Y estaba media ida, conversando con el Jefe, pidiendole para ser un buen instrumento y que la energía en mí fluyera a donde tuviese que ayudar. Y bueno, despues me puse mirar a la gente, y de repente, no sé porque razón, las manos se me empezaron a calentar, como a hormiguear, pero no es esa la sensación exacta...es muy raro explicar. Es como que las manos se encendieran. Igual como que me asusté un poquito, pero algo me decía que había alguien en la misa, que necesitaba esa energía y que había que dejarla salir. Estuve asi como 5 minutos y despues nada. No tengo idea si es rollo mío, o es verdad que así ocurre, pero eso me pasó ayer. Y si alguien lo necesitaba, como voy a andar negando algo que no es mío. Hay cosas que no hay que pensarlas tanto y vivirlas no más.....

Cerca del almuerzo, me quedé pegada mirando una foto. Miraba en sus ojos, siempre con susto. Un susto de niño interno. Un susto que a veces, no lo deja darse al mundo, y lo hace perder la esperanza, la alegría, la fe. Pero es solo susto; es cosa de desición. Mirada de quien quiere encontrarse. Miré sus manos. Sus manos grandes sanadoras; a veces se cuestiona si sirven para algo, falta de fe. Y recordé su abrazo y las veces en que su cabeza encontró la paz en mi pecho. Sentí necesidad.Y desde mi corazón, como si otra vez su cabeza descansara en mi pecho, le regalé paz y mucho amor, del amor que trasciende la posesión, el estar, el ahora. Y yo se sentí, que lo sintió.