Ando calladita con tarro de mantequilla de maní como acompañante, esperando una idea que anda dentro de mí, que de seguro es genial, pero que todavía no ha querido develarse a cabalidad. Y mientras ando de aquí por allá, poniendole oído a lo que ando pensando, la mantequilla es un buen sedante para la ansiedad, y tal como Joe Black, muchas veces es mejor que cualquier almuerzo o cena y a pura cuchara.

Hablando de esa película ayer la vi, otra vez, y me gusta mucho. No me vuelve loca, pero me deja pensando mucho rato y me gusta cuando me pasa eso con las pelí. Quizás todos nos hemos encontrado por ahí con algun Joe o lo hemos sido tb...Probar, vivir por una vez una vida que es de otra persona, o de otra forma, para saber que se siente en su lugar o estar más cerca de imaginarlo mejor...Y en ese plan de viaje, empieza a pasar lo que no te esperas y a vivir lo que no imaginas...Y hay que volver tb...de alguna forma y otra siempre hay un regreso y hay que dejar cosas...algunas que se estiman y otras que se aman...y dejar por amor, requiere mucho más amor y valentía....

...Arriesgarse...en cada cosa y en todo tiempo.Sino, para qué vivir? cada uno sabe dónde esta el vértigo de su riesgo. No hay que hacer nada demasiado formidable. Pero arriesgarse. La expectación es lo que te recuerda que no sólo respiras con cierta regularidad, sino que estas vivo y que las cosas pueden cambiar en cualquier momento. Arriesgarse, veloz y certero como una flecha, sin saber si darás en el blanco...