Venía escuchando en el auto un programa de radio que recordaba que en estos días se cumplió un año más de la partida del gran Víctor Jara. Recordé que el domingo, de boca de un amigo cantor, con la Cata escuchamos "Luchín". Ella me preguntaba de quién era la canción, y que aunque era triste, era como un dibujo. Uno podía ver muy bien lo que Víctor quiso cantar. Mi Cata artista, sintiendo a otro artista.

Pero ignorantemente bruta como soy,hoy me llevé yo la sorpresa. Siempre creí que unos versitos muy tiernos que mi papá me cantaba a los 10 años, medios mal entonados según yo, porque él no sabía tocar guitarra pero no se quedaba atrás en chapurrear, jajajajaja, eran de su autoría. Pero nada que ver. Hoy tuve mi baño de cultura y me sorprendí al escucharla en el auto y saber que eran de Víctor tb. Y me conmovió la ternura de mi viejito de cantarme su canción. Ahora reviso la letra, dedicada a quien van los pensamientos, en nuestro trayecto diario, en nuestra pega, en nuestro afán. Porque ni siquiera a veces se trata de quien está con nosotros, sino en quién pensamos.

"Compañeros(as)" llevamos muchos en esta vida. En mi caso, doy gracias por haber sido el pensamiento de mi viejito con esta canción; quizás su alegría para cuando las cosas no andaban bien. Y me detengo en mi propio pensamiento,que divaga y vaga en tanta cosa en el día, entre tantos miles de caballos furiosos pateando dentro de mí, que dejo pasar para rescatar buenas cosas. Entre muchas cosas que quiero y pienso y en cómo las creo o las consigo ( y muy pocas son materiales en realidad) . Entre las cosas terrenales que sí tengo que hacer o escuchar y no me gustan. Entre las cosas que sí me gustan y sorprenden y que tienen tantos aromas que quisiera compartir, pero justo esa persona para hacerlo no está. En la frustración que me produce algunas que comparto y que no captan la belleza ni las sutilezas. Entre que abro los ojos y los cierro, a alguna hora. Entre ese ir y venir, pienso en tí.