Ayer venía molesta por unos trabajos mal hechos en la casa de la playa, muda de rabia y puteando internamente a los a los maestros.
Pero al llegar a la ciudad, el audio de una amiga, me dejó perpleja y se me fue la rabia y todas las chuchadas que mandé.
Mi amiga me advertía que tuviese mucho cuidado con alguien a quien le he brindado mi apoyo, amistad y consejo mucho tiempo, porque esa persona, habla pestes de mí, según " apenas me soporta", y dice supestas cosas que yo he dicho, como criticar el emprendimiento de mi amiga, obviamente que jamás he hecho, al contrario, siempre apoyándola y dándole ideas.
Lo triste del asunto, es que no hay lugar a dudas de que mi amiga está en lo cierto y que sufrió esperando poder decirmelo. Ella se refirió a un hecho puntual de hace meses, que sólo la " chamana amiga" pudo contarle.
Pero como aún tenía el beneficio de la duda, llamé a mi bruja personal, mi amiga y sanadora, pero sobre todo, vidente de lo que no se ve, y que también conoce a esta "supuesta amiga" y con mucho pesar también, me dice que ella le cree a la amiga que me llamó, por varias situaciones que este persona arrastra en su vida.

Entonces,lo que sucede, es que no me da pena ni precupa lo que hable de mí.  Pero sí las personas que yo le he referido, recomendándola como terapeuta. Yo pensaba que mi "supuesta amiga" estaba en claro proceso de crecimiento interior y despegando, y resulta que está más loca que una cabra, revolcada en el barro!
Y lo otro que llama mi atención, es como yo misma le quito veracidad a mi intuición. Si recorro el disco para atrás, recuerdo todas las veces en que ciertas actitudes me parecieron extrañas, y yo les quité importancia. Quizás por eso no tengo rabia. Sólo sorpresa. Porque ayer de ella, no esperaba algo así.
A poner más ojo, a tenerle respeto a la propia voz, a mirar con más atención.  Y gracias después de todo, pk me di cuenta que el tema de los maestros llevará trabajo pero se arregla. La confianza? No hay cómo.