Me lo dijeron tantas veces
Y no creí que todo pasa.
Tenía la pena tan honda como el amor...
Y me vestí de lágrimas oscuras;
me perdí, en un barco sin recuerdos,
para olvidar que un día yo fui suya.
Pero pasa.
Pasa que un día te encantas
y le das permiso a la risa,
para que te haga breve visita
O se quede en tu casa a vivir.
Pasa que no buscas el silencio
queriendo esconder el llanto;
lo ocupas tejiendo sueños
que adornan tu noche de cantos.
Pasa que no te haces de culpa
y ya te reconoces crecida:
no hay que ser perfecta
en ninguna de tus vidas.
Pasa que te vistes y comes
por el puro gusto de hacerlo
y a todos tus viejos fantasmas
los mandas de paseo.
¿Que te pasa entonces?
Pasa que me miro mujer
hecha madre por manos pequeñas,
a veces sabia, a veces lerda,
con porte de reina y alma de flor.
Pasa que todo pasa,
nunca antes ni después...
Pasa que hoy he vuelto a mi casa,
Porque vivir es mi acto de fé.
Este poema, lo escribí hace casi dos años, pero hoy ..era para hoy....