Fuimos con mi Koda al doc. Lo subí com mucho cuidado al auto, y se fue calladito, como sabiendo a lo que ibamos. Después de medio kilo de sedante, por fin se quedó dormido y lo curaron. No tiene fracturas, pero quedó con varios puntos y antibioticos más un corticoide para bajar la hinchazón de su patita. Y borrachito otra vez me lo traje a casa. Está más repuesto, y yo un poco cansada, pk la verdad estuve a su pendiente toda la noche y me estresó un poco verlo ahí todo patuleco en la camilla y pinchado por todos lados. Tan valiente mi koda, tan samurai, jajajjajaja
Sigo hoy viendo pedacitos de vida, como muchos volantines volando de distintos colores. Me gustan todos y no sé dónde dejar los ojos! Hay muchas caras que conozco y qué sorpresa es verlos! Pero me falta una carita...una sonrisa...una sonrisa de mamá tierna y maravillosa mujer. Ojalá aparezca por ahí para verla también... No ha sido con afán de ser intrusa o irrespetuosa mi mirar en todo caso. Yo miro pk tiene el irresistible encanto de una cajita de música. Así se me figura. Y ante eso, solo me siento como si desde ayer fuese Navidad...