Papito, durante muchos años te pedí que me contarás la historia una y otra vez, como fue que tu abuelo se había ido con su casa, entre las olas. A buscar su plata, según tú. Y cómo días después lo buscaste por las playas, entre los muertos, y sólo encontraste un brazo como con un tatuaje, pero reconociste como suyo. Papito, estaba muy chica para entender el dolor de ese recuerdo tuyo. Para mí, era otra increíble historia más. Pero ahora, me da tanta rabia, y me indigna cómo no se hace nada aquí. Como ese dolor, no tiene ni un memorial aquí! sólo quedan las bases de tu casa, donde se mezclan con tus cenizas papito.... Te amo dady, no creas que me he olvidado. Besho besho!!!! con motor!brrrr brrr brrr jajajajaj ;) Papito, algo vamos a hacer.