Respiro lento para no pensar tanta estupidez a veces . Respiro lento para serenarme y no enojarme pk las cosas no son como yo quiero. Pero la otra vez, escuché una voz, una voz que venía de mí, y no. No era como una vocecita esquizoide sino más bien, una voz de certeza que me daba un consejo. Qué pesado se hace cargar sola con ciertas verdades. No me imagino como aguantan otras personas cargando sobre sí cosas terribles como la violencia, la maldad,el engaño. Mi carga es un sobrecito comparado con aquellas cosas, pero es mía y solitaria. Y no la comparto con nadie, no la hablo con nadie, ni a mi misma me la comento a veces. Y sólo dos o tres personas, dos o una mejor, jajaja cuando me miran, algo intuyen, o quizás se dan cuenta perfectamente y no me dicen nada por respeto. Tengo ese dolor de capítulo sin cerrar, esa impotencia de alegría perdida. Dios, soy muy feliz la gran parte de mi tiempo, y en la mayoría de las cosas que hago. Tambien es un trabajo ser feliz, en esforzarse para serlo y que no te atrape el desánimo y la melancolía. Yo pongo todo mi empeño y huyo de ello. Pero hay días, es que un sólo cruce de pasillo me recuerda que vendería mi alma, por un sillón cubierto con frazadas en un living oscuro y fresco y unos brazos cubiertos en camiseta de algodón. Y me mando el esfuerzo y la paciencia a la mierda, y en general, todo lo que no es ese anhelo, a la mierda. En resumen: mando a todo el mundo a la mierda. Con la única que conservo mi paciencia es con la Cata y mis animales. Y sé que no es bueno seguir así...lo sé...que tanto empeño en que todo resulte no me va a servir y voy a explotar como un volcán, con desastres piroplasticos incluidos. Es que a veces, soy aguas quietas de un lago y otras , un inquieto mar al fin del mundo.