Anoche celebramos nuestro segundo aniversario de matrimonio, con un atardecer maravilloso a la orilla del mar, y con un perfumado ramo de liliums que mi esposo me tenía de sorpresa en el restaurant. Cenamos los 3 con la Catita, y los dueños nos regalonearon hasta con unos tragos de regalo. Una linda y tranquila noche, para un amor , que no será si será de letra de canción o de novela, pero que es nuestro, y que lo vivimos sabiendo nuestro lado más luminoso y más oscuro en nosotros. Un amor a la pinta nuestra. Nuestro amor. Así de simple.