He estado con hielito toda la tarde: hielito pa' la espalda y helaíto pa' la guata, jajajajajja pero parece que voy mejor. Como le dije a Mario, aunque me tenga que subir drogada al bus, yo voy al seminario mañana.
Aproveché de hacer memoria, de dónde diablos leí la versión completa de las Mil y una noche. Estaba segura que en Valpo, pero mi mamá dice que buscó el libro y no está. Y debe ser efecto de los relajantes, que me quedé en eso pensando, y recordando, lo lindo que son los atardeceres en el puerto; de como me gustaba ( y aun me gusta) colgarme de un balcón de la casa, y ver los edificios, las ventanas, los pasajes, la gente haciendo su vida. Ver las palomas pasar, los gatos persiguiendolas, a los pololos de la mano, al borrachito de la esquina, las campanas de la Matriz, el olor de las panaderías, los cientos de luces que se van prendiendo, y la música que brota de alguna radio vieja. Ese Valparaíso con olor a tango para mí, pk ese gusto me nació ahí, con mi abuelo y sus grabaciones en casette. Quizás de ahi, le agarré amor a la nostalgia, a los libros viejos, y a los grandes ventanales y al estar aquí hablando sola, jejejejeje.

Voy a salir con la Cata ahora a comer helado, para despejarme un poco, y voy a dejar aquí, una canción que me gusta mucho, que me recuerda mucho este valpo que cuento aquí. Yo sé que la canción describe otra ciudad, pero qué va....Yo la escuché ahi, la primera vez, en un balcón..... Puerto Pancho, un beso para tí.

Las tardecitas de Buenos Aires tiene ese que se yo, viste?
Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mi,
cuando de repente, detrás de ese árbol, se aparece él,
mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte
en el viaje a Venus. Medio melón en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies
y una banderita de taxi libre en cada mano...Ja...ja...ja...ja...
Parece que solo yo lo veo, porque él pasa entre la gente
y los maniquíes me guiñan, los semáforos me dan tres luces celestes
y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares,
y así medio bailando, medio volando,
se saca el melón, me saluda, me regala una banderita
y me dice adiós.

Ya se que estoy piantao, piantao, piantao,
no ves que va la luna rodando por Callao
y un coro de astronautas y niños con un vals
me baila alrededor...
Ya se que estoy piantao, piantao, piantao,
yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste; vení, volá, sentí el loco berretín
que tengo para vos.
Loco, loco, loco, cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sabana vendré con un poema
y un torombon a desvelar el corazón.
Loco, loco, loco, como un acróbata demente saltare
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad, ya vas a ver.

Y así el loco me convida a andar
en su ilusión super-sport,y vamos a correr por las cornisas
con una golondrina por motor.
De Vieytes nos aplauden. Viva, viva...
los locos que inventaron el amor;
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.
Nos sale a saludar la gente linda
y loco pero tuyo, que se yo, loco mío,
provoca campanarios con su risa
y al fin, me mira y canta a media voz:

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
trepate a esta ternura de loco que hay en mi,
ponete esta peluca de alondra y volá, volá conmigo ya:
veni, quereme así piantao, piantao, piantao,
abrite los amores que vamos a intentar la trágica locura
total de revivir, vení, volá, vení, tra...lala...lara...