Hace unos días, una persona esperaba que yo le contara como era una ex pareja mía, porque ella debía tomar desiciones importantes en sus días. Le dí muchas vueltas. Lo conversé con mi esposo, porque es mi mejor amigo siempre, y sin asomo de duda me dijo: "estoy seguro que decidirás lo que sientas correcto de hacer". Yo pensaba, en todo lo que hablarían mis exs de mí, jajajajjajajjaa y creo que nada tan terrible, pues casi todos son mis amigos en FB y nos seguimos comunicando con el lazo de amistad que une a la gente que se ha querido para bien.
Entonces, como no quería cortar las vacaciones de estos días, le escribí una carta mejor. Una carta donde le dije, que cada historia era diferente, así que yo no tenía nada bueno o malo qué decir, de esa persona. Que estaba segura, que todas las desiciones que se toman en amor y por amor a otra persona, son siempre las correctas, a pesar de que después las historias tomen rumbos inesperados. Y que el instinto nunca se equivoca, a pesar de que una se haga la tonta y le quiera torcer la mano.
Le conté, que a esa pareja la amé muchísimo y por muchos años.Pero que la imagen de esa persona en mi mente no calzaba en la realidad y quizás, a esa persona, también le había pasado lo mismo. Quizás yo tampoco calcé con la imagen que tenía de mí. Y que cuando terminamos, yo sufrí muchísimo, pero sufrí porque Yo perdí la imagen yo tenía de mi misma. Y que agradecía infinitamente al destino el paso de ese amor por mi vida, porque gracias a ello, mi alma pudo hacer un recorrido espiritual si se puede decir de alguna forma, que me preparó para muchas cosas que vinieron despues en mi vida. Que su paso me ayudó a definir que esperaba de mi misma y de los demás, y lo que estaba dispuesta a aceptar.
Le dije que todas las personas tenemos cualidades que nos hacen maravillosas a los ojos de los demás, pero que esas cualidades tambien tienen su "yang", su lado opuesto. Y que depende de cada persona, saber lo que esta dispuesto a amar eso tambien.
Y finalmente, que cuando estaba tan adolorida y no sabía que hacer, unas historias me habían ayudado mucho, y que pensando en ella y en su pena, yo había encontrado una que nunca había leído y que se la mandaba de regalo. Porque tampoco podía ser así tan bruta como para saber que quería conversar conmigo ella y no decirle nada. Que le enviaba un abrazo con mucha fe y fuerza porque estaba segura, que esa ex pareja nuestra, nunca se fija en mujeres tontas o débiles. Se enamora de mujeres fuertes, hermosas y que saben salir a adelante.
Y la historia tambien la dejo aquí. Porque al leerla, supe que debía escuchar mi propia voz y mandarle esa carta que más que una recomendación como me pedía ella, era una afirmación a que lo que este guiado por el amor, siempre es lo correcto, aunque no nos parezca en sus resultados...

Lo que a mí me pasó con saber su historia, es trigal para otro sembrado. Una lucecita de secreta o quizás tonta admiración a aquella persona en cuestión, se apagó en mí. Y es sin duda muy bueno, pero no deja de ser triste. Tambien esa voz deja de hablar a través de mí, y por fin soy capaz de escuchar mi propia voz, nítida y fuerte. Pero esa lucecita se apagó.

""Nadie es mi madre" ( del Libro de Osho).

Naces con una gran potencial de inteligencia. Naces con una luz interna. Escucha a esa suave y tranquila vocecita interna, y ella te guiará. Nadie más puede guiarte, nadie puede ser un modelo para tu vida porque eres único. No ha existido nadie que fuera exactamente como tú y tampoco existirá. Ésta es tu gloria, tu grandeza: que eres totalmente irremplazable, que sólo eres tú mismo y nadie más.

Jesús era niño y su padre y su madre habían venido al gran templo para el festival anual. Jesús se perdió entre la multitud y sus padres tardaron en encontrarlo hasta el anochecer. Estaba sentado con los eruditos, y aunque sólo era un niño, discutía cosas con ellos.

Su padre le dijo: —Jesús, ¿qué haces aquí? Hemos estado muy preocupados por ti.
Jesús dijo: —No os preocupéis. Estaba ocupándome de las cosas de mi padre.
—Yo soy tu padre, ¿qué tipo de asuntos has estado atendiendo? Yo soy carpintero.
—Mi padre está en el cielo —respondió Jesús—. Tú no eres mi padre.

Así como el niño tiene que dejar el cuerpo de la madre —tiene que salir del útero, si no morirá— lo mismo ocurre mentalmente. Un día tiene que salir del útero de su padre y de su madre. No sólo físicamente, también mentalmente; y no sólo mentalmente, también espiritualmente.

Y cuando nace el niño espiritual, rompe con el pasado completamente y por primera vez se convierte en un yo, una realidad independiente que está de pie sobre sus propios pies. Antes de eso era parte de su madre, de su padre o de su familia, pero nunca era él mismo.

Hagas lo que hagas, pienses lo que pienses, decidas lo que decidas, observa: ¿Viene de ti o está hablando otra persona? Y te sorprenderá descubrir la voz real; quizá se trate de tu madre, vuelves a escucharla hablar. Tal vez sea tu padre; la voz no suele resultar difícil de detectar. Permenecen ahí, grabadas en ti exactamente del mismo modo que cuando las oíste por primera vez: el consejo, la orden, la amonestación, el mandato.

Puede que descubras a mucha gente: el sacerdote, los profesores, los amigos, los vecinos, los parientes. No hace falta luchar. Por el simple hecho de saber que no es tu voz sino la de otra persona —sea quien sea— sabes que no la vas a seguir. Sean cuales sean las consecuencias, estás decidiendo moverte por ti mismo, estás decidiendo ser maduro. Ya llevas mucho tiempo siendo un niño, llevas mucho tiempo siendo dependiente. Ya has oído y dependido de esas voces el tiempo suficiente. ¿Y dónde te han llevado? A hacerte un lío.

Por eso, cuando descifres de quién es la voz, dile adiós... porque la persona que te dio esa voz no era tu enemiga. No tenía mala intención, aunque ésa no es la cuestión. La cuestión es que te impuso algo que surge de tu fuente interna; y cualquier cosa que venga del exterior te convierte en un esclavo psicológico.

Sólo tu propia voz te llevará al florecer, a la libertad. "