Uhhh que frio...aunque me vesti abrigadita, ando con media tiritona. Capaz que me haya agarrado algun bicho por ahí.

Tengo ganas de escribir, pero no se bien de ké...aer....a mi papá le pararon la quimio tal cual como le lo habia dicho la enfermera. Lo dejaran solo con la oral, porque exponerlo a una nueva quimio es correr el riesgo de dejarlo inválido y la idea es curar, no dañar. Pero supongo ke quedará tiempo aun mientras decide si se queda o se vuelve a Ancud por unos días. Todavía falta el scanner y varios examenes más. Hasta que Dios diga no más....que más hacer?

Salimos de compras con Cata ayer y le regalé unas botas que la dejan lista para alunizar en cualquier parte..hahahhahhaa...son gorditas y parecen botas de sky o de astronauta. Obvio, son de color rosado y ella esa chochisima. Me gustan igual, porque así le servirán para el paseo que estoy planeando en vacaciones de invierno con ella. Me gustaría que conozca y juegue en la nieve y si es posible, se tire echa un cuete con su mamá al lado en los skies. Es un deseo, y si resulta, será un paseo muy bonito.

Ando todavía media tristona, pero no es tristeza en sí. O weno, sí. Pero es como el recuerdo de una pena vieja más bien. Es mirar para atrás (costumbre que ya se me debería ir quitando por cierto) y ver que el tiempo pasa, inexorablemente. En estos días, hace un año, yo tomaba una desición super importante para mí. Una desición que era como un acto simbólico para marcar mi paso de una mujer niña- a una mujer-mujer. Me decidía, sin influencia de nadie, a retirarme el diu. A sacarme como ese freno que me habian puesto para que la niñita no se siguiera mandando cagadas. Me acuerdo mucho de los chanchos, que le ponen un anillo enla nariz, o una cruz en el cuello, para que no cruzen los cercos. Y se los ponen, porque nunca he sabido de ningun chancho que lo haya pedido explicitamente. Hasta antes de conocer a Rodrigo, nunca habia tomado conciencia, que ese acto no había pasado por mi desición. Solo me había dejado. Me quedó tan marcada esa frase que me dijo: "pucha, osea como cuando infertilizan a los enfermos mentales para que no se reproduzcan". Y yo quise dejar de sentirme como una mujer limitada, que su reproducción no pasaba por su desición. Y me la retiré, deseando contarle al hombre que amaba con todo mi corazón, el orgullo de mi desición. Era como limpiar terreno y decir: mira, aquí parto en blanco, de ahora en adelante, todo es desición nuestra, y sobre todo mía. Pero no se si fue la forma, no sé si fueron malas intenciones de otros, no sé lo que fue, solo que no lo entendió así, y acusó de querer manipularlo, de no haberlo incluido, y muchas otras cosas, que quizás tambien tenía razón., solo que nunca pasaron por querer hacerle algo malo a través de esa acción. Y parece que fue la excusa perfecta para decirme que ya no me quería y que ya no era lo mismo. Y todo lo que vino despues, que bien escrito esta aquí.

Ha pasado un año de eso, y ha sido el crecimiento a través de la superación de la tristeza de perder algo que se ama tanto, lo que finalmente me volvió mujer-mujer. Y no lo reniego. Sé cuánto a ha pesado, ha faltado, ha sobrado, cada pasito que he dado para salir adelante. Cada cosa fue tomando su lugar, e incluso las lágrimas se van secando dando paso a la reflexión. Pero aún me queda esta nostalgia ploma. Aún no tengo la certeza de volver poder querer así, riendo de contenta de puro mirarlo, y que me guste hasta el aire que respira. De compartir sin reserva, lo más mio que tengo que es mi hija y mi vida y dormir abrazados en un sillón. Pero tengo esperanza, aún cuando se me cruza la sensación de seguir amándolo. Yo creo que es lo más resume todo. No tengo aún esa certeza, de peso completo, tan certeza como que sale el sol mañana......aunque quizás no sea necesario. Quizás hay amores que se quedan en una viviendo, porque en otro corazón.... se mueren.