Qué afán el de algunas personas en andar preguntando leseras....de algunos hombres, para ser más exáctos. Dale con la tontera, de por qué no me emparejo, de por qué no salgo con fulanito, de por qué y por qué y etc. ¿Será porque ellos no pueden con su propia soledad? Yo me siento muy bien en este instante, y cuando me sienta en amor, de seguro que no tendré tapujo en salir y gritarlo por todo el mundo. Lo que no quiero, es andar acumulando intentos por no detenerme un minuto. Un hexagrama del I-ching dice que para encontrar al compañero, hay que salirse de los tríos y estar en soledad, porque desde la soledad emerge la luz que nos permite reconocer a ese "otro". Cuando habla de los tríos, no necesariamente habla de de estar en pareja y tener un amante. A veces, estamos en pareja y mantenemos algo oculto, que nos negamos hasta nosotros mismos, que ocupa parte de nuestro tiempo, casi como si fuera un "otro". Y ese "otro", pueden ser los miedos, puede ser un recuerdo, puede ser un trabajo, y también puede ser hasta otra persona que no queremos reconocer. Y así no se esta en ninguna parte en realidad: no estas con tu pareja, ni estas con ese "otro". Ni siquiera estas en tí, si tienes cosas que te estas negando. Entonces qué hacer?, el I-Ching aconseja estar sola, pues desde la soledad, puede venir esa verdad que necesitas asumir. Y estar sola no significa irse al Tibet a recluirse 7 años; también puedes estar en soledad, si te decides a darte tiempo para escucharte y cantarte las verdades. Es por eso que he disfrutado de este tiempo de soledad. Voy caminando sencillamente, escuchando todas estas voces dentro de mí (ya parezco Papelucho y el marciano, hahahhahhaha) esperando a mi compañero. Quizás termina siendo quien menos imagino, pero es necesario dentro de la casa interna, tener el espacio para que ese momento de reflexión se dé. Y toda esta explicación que doy, la he compartido su par de veces, con algunas personas, pero parece que su interés en ponerme el lazo es más urgente que tratar de conocerme en realidad...

Siento dentro de mí, que voy a llegar a los 29, sintiendome como siempre quise llegar a mi cumpleaños : bien plantada en la tierra, sintiendome segura de lo que soy, de lo que doy, de lo que puedo ser y lo que puedo dar. Segura, que donde estoy, estoy en casa. Esa es una sensación maravillosa de plenitud, y no importa si mañana cambia y me vuelvo a sentir insegura con algo: ya sé como puedo caminar de vuelta a casa y encontrarme conmigo misma. Sentadita así en mi casa, abro el corazón en amor, porque ese mismo amor será él que atraiga al amor que venga a compartir esta casa.

(jajajjajjaja, me dió con los elefantes....la potona soy yo....hahhahahahhaha)